El presidente de la AEF, en declaraciones al diario ABC

 

Lo ocurrido con la venta de un cuadro de Goya por parte de la Fundación Selgas-Fagalde para solucionar los problemas económicos derivados de unas operaciones inmobiliarias millonarias no es más que la consecuencia de la falta de medios del supervisor. Al menos, así lo cree Javier Nadal, presidente de la Asociación Española de Fundaciones (AEF), quien en conversación con ABC apuntó a la responsabilidad del Protectorado de Fundaciones, órgano dependiente del Ministerio de Cultura.

«Pensamos que el Protectorado nunca ha tenido una estructura y una dimensión adecuadas para resolver los problemas que se le plantean», reflexiona Nadal. «Al no tener la capacidad necesaria, normalmente se limita a funciones burocracias. Y cuando tiene que hacer frente a más responsabilidades, como es el caso de Selgas-Fagalde, se le escapa. El Protectorado es un órgano débil, incompleto. Necesita perfeccionarse».

En España hay más de 9.000 fundaciones activas y, en última instancia, el Patronato de Fundaciones es el órgano encargado de velar por el correcto ejercicio de estas entidades y la adecuación de sus actividades a la ley.

Lo ocurrido con la Fundación Selgas-Fagalde es un buen ejemplo, considera el presidente de la AEF. Con el intento de venta de la ‘Inmaculada Concepción’ de El Greco, la Junta de Calificación, Valoración y Exportación paralizó la operación con un museo húngaro. En el caso del Goya, el Protectorado solo fue informado tras realizarse la venta. «Un órgano sí ha funcionado, se ha evitado que un bien salga al extranjero, pero el Protectorado posiblemente no cumplió con su labor».

Funciones

Entre las funciones del Protectorado, se encuentran la de autorizar la enajenación de bienes que formen parte de la dotación inicial de las fundaciones o poner en conocimiento de la autoridad judicial posibles actos delictivos. También está en sus manos impugnar actos y acuerdos de los órganos de gobierno de las fundaciones que sean contrarios a la ley o a sus estatutos.

«El Protectorado debería ser un órgano transversal que afectara a todos los sectores, no solo a Cultura, independiente y, a ser posible, colegiado: es mejor que haya un debate, no que las decisiones se tomen desde una instancia unipersonal», sostiene Nadal. «Es un problema de la administración, que no tiene enfocado ese órgano con la importancia de los temas que trata».

Otro factor a tener en cuenta, apunta el presidente de la AEF, es el papel de los patronos, que integran el órgano de gobierno de las fundaciones: «Muchos patronos consideran que es una cuestión honorífica, pero conlleva mucha responsabilidad. Deben cumplir con su misión: actuar según la voluntad del fundador y vigilar que los beneficiarios obtienen lo estipulado».

Diario ABC 08/09/2021